Josep Pla, desde la cama. Carles Geli. El País. 16/11/2014

Mediados de los años 50. A pesar de ser un escritor y periodista reconocido en toda España, Josep Pla está deprimido. Quizá más de lo que cree. Tiene 59 años pero se sabe muy cansado. “Siento que me he hecho viejo –que cada día soy más viejo. ¿Qué viviré? ¿Tres años? ¿Seis años?” No tendré tiempo de nada”, anota el 12 de junio de 1956 en una de sus infinitas noches de insomnio casi perenne. Le vence una dictadura que abortaba una tímida liberalización, y que mantenía a sus gentes en una miseria moral notable; una censura inmisericorde (“hace casi 40 años, en todos los regímenes, que he trabajado con este pie forzado”) que de rebote le lleva a dudar sobre su escritura (que practica a destajo) y unos demonios internos (sentimentales-eróticos, en buena parte) que retroalimentan un alcoholismo notable…