Paul Ricoeur: «Heidegger creyó que el nazismo era la justificación política de su pensamiento». Alejandro V. García. El País. 27/11/1987

El pensador francés recibirá el lunes el homenaje de la universidad Complutense

Granada 27 NOV 1987

«Heidegger creyó que el nazismo era la justificación política de su pensamiento y contribuyó a esa caricatura de su obra con el discurso, de tono fascista, que pronunció en 1933 en su toma de posesión como rector de la universidad de Friburgo», declaró en Granada el pensador francés Paul Ricoeur, cuya obra está vinculada en cierta medida con el autor de El ser y el tiempo. Ricoeur asiste en Granada a un seminario en torno a su propia obra que será clausurado hoy. El lunes próximo será homenajeado por la facultad de Filosofia de la universidad Complutense de Madrid.

«El ser y el tiempo se editó en 1927, antes de la subida del nazismo. Tres años después, Heidegger atravesó una crisis personal y filosófica que impidió la aparición del segundo volumen de esta obra. Esos momentos de duda coincidieron con el nacimiento del nazismo, y creyó que era la justificación política de su pensamiento. Es importante analizar cómo el filósofo contribuyó a su caricatura política con su discurso de 1933 en Friburgo», dijo Ricoeur. Según su teoría, en ese discurso He¡degger utilizó palabras procedentes de El ser y el tiempo, lo que obliga a hacer una nueva lectura crítica de la obra.»Ante ese fenómeno que vincula a un genio con la perversión, hay que indagar si su filosofia está comprometida con esa perversión política. Una obra tiene muchas pendientes. Habría que descubrir la pendiente que conduce al nazismo», añade Ricoeur.

Ante esa vinculación por el nacionalsocialismo alemán caben, según Ricoeur, dos opciones: «de un lado, pensar que no se puede separar al hombre de su obra, y que si es malo, su pensamiento también lo es; esto sería la condenación filosófica. De otro lado cabe opinar que a un genio debe perdonársele todo. El propio Heidegger decía que un error es mayor cuanto más grande es la obra en donde se incurre en él».
Diálogo crítico

Buena parte de su obra proviene de un diálogo crítico con Heidegger, Jasper o Sartre. Ricoeur defiende la positividad por encima del negativismo existencial. «Dos filósofos franceses han tenido este siglo una gran importancia: Sartre y MerlauPonty. Yo estoy más cerca del primero por varias razones. La primera, porque el ateísmo de Sartre lo conducía a hacer del hombre el absoluto. Vinculado a ello, su concepción de la libertad también era absoluta, sin tener en cuenta las resistencias y necesidades del cuerpo del hombre, que coarta la libertad. Estoy próximo a Merlau-Ponty porque la libertad humana era para él una especie de negociación constante con los obstáculos y los límites». Según Ricoeur, la oscilación política de Sartre «entre el comunismo y el gauchismo da la impresión de que era irresponsable políticamente. En Merlau-Ponty encontré una importante lucidez política. Así, cuando conoció los procesos de Moscú, comprendió que la compañía comunista no era buena».Una de las características del pensamiento de Ricoeur es el reconocimiento de la trascendencia, lo que no implica a su juicio una filosoria irracionalista. «El sentimiento religioso es universal y nos induce al respeto absoluto del otro en cuanto víctima. Es lo que se llama opción preferencial por los pobres en la teología de la liberación Ese respeto hacia el otro se en cuentra en grandes textos de la fundación de nuestra cultura. La religiosidad quiere decir que unas palabras nos han precedi do y que orientan y protegen nuestra vida. La religión debe reinterpretar constantemente esto para que los textos antiguos contesten a cuestiones nuevas»,añade.

Profesor en Chicago

Ricoeur ha sido rector de la universidad de la Sorbona y desde hace 20 años es profesor de la de Chicago. Su ambición reflexiva ha incorporado a su obra cuestiones antropológicas, lingüísticas, poéticas o psicoanalíticas.

«Mi relación con la filosoria analítica viene desde lejos». Ricoeur considera que la función de la filosofía es en primer lugar mantener abierto el abanico de los usos del lenguaje, y en segundo lugar clarificar qué se debe hacer en un mundo en que se puede hacer de todo, ya que no todo lo que se puede se debe hacer». Ricoeur pone como ejemplo la biotecnología y los medios de telecomunicación. El pensador francés presentó el lunes pasado en Granada su última obra traducida al español, Tiempo y narración. En ella analiza textos de Thomas Mann ‘ Marcel Proust y Virginia Woolf, entre otros.

Ricoeur recibirá el próximo lunes un homenaje que organiza la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense. Durante tres jornadas, el pensador francés participará en una mesa redonda sobre Metáfora, creatividad e historia, asistirá a una conferencia sobre Lenguaje y política del profesor Olivier Mongin y pronunciará una conferencia sobre La identidad narrativa.

* Este articulo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de noviembre de 1987